En un punto de mi vida
decidi escribir.
Dificil me es pues carezco
de experiencia u ortografía
y con asquerosa caligrafía
transmito mi ser a blancas hojas juzgadoras
que me verán bien.
Nadie lo supo ni lo sabra tal vez,
que escribo versos e historias
que nacen de mi
sin un por qué.
No es para desahogarme
ni expresarme tal vez,
solo escribo lo que brota
de esta mente sin sentido
ni orden alguno.
Solo escribo
lo que mi mano con mente propia
imprime en estas hojas
aún sabiendo
que ningun ojo,
además de los mios,
vera lo que hay escrito
y lo que hay que decir.
Sin fe ni esperanza me despido
de mi mismo y de mi ser,
el unico que leerá y escribira
semejantes huevadas.
miércoles, 9 de junio de 2010
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